Composición

(…) Él decía que yo era un poeta. Yo decía que él era un músico. Y ambos , creo; eramos sinceros en nuestras erróneas apreciaciones.

El me dijo que quería hacer algo así como una poesía-canción, que yo la escribiera y que él le daría una dulce melodía.

La historia debía tratarse de su amada pero…

Que podía decir yo de ella!!!.

Me pidió que escriba acerca de su dolor: La pesadumbre de un ser que tiene miedo de acercarse a una mujer que bien puede compararse con ingresar al infierno.

Le conté que San Agustín decía que el fuego purifica. Me contestó que el infierno aquel ya ardía dulcemente, pero de otra manera:

_ Es una mujer que bebe más que yo. Fuma mas marihuana que yo. Toma mas cocaína que yo. Fue presa más veces que yo y odia todo lo que tiene que ver conmigo…

La canción no la terminamos nunca… o quizás sí. En realidad solo alcanzamos a escoger el título…

Se llamaba “ Ella excede mis excesos”.

Todo lo otro que intentamos fue silencio… (…)