lunes, junio 08, 2009

El Tibet nos queda tan cerca




Te encontré, estás debajo de un sombrero chino.
Dónde vas llevarme?
Dios! Dale un cauce al manantial de tu mirada.
Oh! Vos sabés muy bien amor…
Puedo escalar en mí mismo y triunfarme, verme desde la cima.

Me fui alzando entre las rocas, haciendo trizas la tapia de mi imaginación…
Digo que hice pomada mi frente para traerte hasta aquí.
Así que éste es… el triste fin de todas las escaleras.
Aquí el Tibet nos queda tan cerca…

Hazlo!

Por nosotros
Por cada erupción de tus volcanes,
Por todo lo que yo te pueda llorar

Hoy camino hacia tí… en mí.
Cambio llanto por granizo
Grito fuerte hasta convertirme en lluvia
Espero desmoronarme... Aguarme y que tú me beses y me abraces
Que tu alma se pose junto a la margen izquierda de un rio que todo lo arrastra...
Que si Mahoma no va la montaña…Bueno… tú sabes
Hoy el Tibet nos queda tan cerca.

2 comentarios:

Raskolnikov dijo...

"Dale un cauce al manantial de tu mirada"

Que buena línea, tan buenas como unas que prefiero ni recordar, porque también remiten al Tíbet, en cierto modo...

Bien ahí, leonidas...

Raskolnikov dijo...

Al parecer este blog tiene un cuelgue de proporciones dignas de considerar. Me parece que Leonidas está varado en un iceberg en el río paraná, una victima más de este crudo invierno poético.
Espero volver a leerlo pronto.