
Me dijo esto:
“... he visto tantas veces solo el amanecer. Y la belleza de compartirlo contigo es que siento que hoy puedo escucharlo. Puedes besarme si lo deseas, puedes sellar soles en mis mejillas y competir con el paisaje.
Transforma tu sonrisa en nubes blancas y cierra por favor tus ojos al besarme. Que las estrellas siempre se van cuando llega el día...”
Fue así que supe que un hada vivía bajo mi piel.
1 comentario:
Que fuerte, no me atrevo a interpretarlo, aunque presiento que una nueva vida se fue como tantas veces nuestras esperanzas
muy hermosa su composición de aquello...
vale
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